Por qué enseñar a los niños a pensar como las máquinas.

Sr. García / Telos Moussa Boumadan, Universidad Autónoma de Madrid Históricamente se ha identificado el error como una situación negativa que deberíamos evitar a toda costa. Es una concepción generalizada y transversal a todos los ámbitos de la sociedad. Si en la práctica de un deporte se comete un error, la consecuencia es una penalización. […]

Por qué enseñar a los niños a pensar como las máquinas

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Los riesgos de no educar a los hijos en la cultura del esfuerzo: adultos dependientes, insatisfechos y déspotas.

Sonia López es maestra, psicopedagoga y divulgadora educativa. Madre de dos adolescentes. https://elpais.com/mamas-papas/expertos/2022-11-12/los-riesgos-de-no-educar-a-los-hijos-en-la-cultura-del-esfuerzo-adultos-dependientes-insatisfechos-y-despotas.html

Los riesgos de no educar a los hijos en la cultura del esfuerzo: adultos dependientes, insatisfechos y déspotas

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Por qué los hermanos mayores suelen sufrir más en las discusiones conyugales

Fizkes / Shutterstock Laura Merino, Universidad de Deusto y Ana Martinez Pampliega, Universidad de Deusto El 80 %–85 % de los niños y niñas de todo el mundo crecen como mínimo con un hermano (o hermana) en la misma familia. Pocas relaciones hay en la vida que tengan tanta influencia y marquen tanto a una persona como […]

Por qué los hermanos mayores suelen sufrir más en las discusiones conyugales

Sobre el apego y la dependencia emocional.

 

Confundir o tomar como sinónimos los términos apego y dependencia es, actualmente, una de las grandes equivocaciones en cuestión de las relaciones humanas, y la confusión se ha visto incrementada con el exceso de información que ha proliferado en tiempos recientes, la mayoría de ella -he de decirlo como es-, errada. Si bien coloquialmente ambos términos son usados indistintamente como análogos, en cuanto al mecanismo que les compete hay diferencias notables y de importancia.

El apego y la dependencia emocional tienen un tronco común, ya que ambos se derivan de un vínculo existente con otra persona, pero de ahí en adelante empiezan a separarse en ramas diferentes, porque mientras el apego se define como “cariño o estima hacia una persona o cosa”, la dependencia significa de manera contundente la “subordinación a un poder”. La calidad de apego, entonces, puede conllevar o no una reciprocidad afectiva, más nunca pasa algo similar con la dependencia emocional, en donde siempre hay alguien dominando a otro ser humano.

La diferencia más clara es que existen cuatro tipos de apego y aunque tres son complicados y presentan dificultades a la hora de relacionarse, hay uno que es seguro y permite que las personas tengan vínculos sanos. Mientras que la dependencia emocional no es sana bajo ninguna circunstancia.

Mientras uno puede ser beneficioso, otro puede causar severos estragos en nuestras relaciones y en nuestra vida.

Sobre el apego.

El apego es el vínculo que se forma con el tiempo y existe cuando una persona busca seguridad y bienestar con otra persona o grupo de personas. El primer apego y el más determinante es el que surge en la infancia, entre niño y cuidador, ya que este cuidador es el encargado de cuidar, proteger y solventar las necesidades del infante. De este modo, el apego que tenemos en la vida adulta está totalmente influenciado por el primer apego que tuvimos.

Créditos a quien corresponda.

Así, John Bowlby postuló que, dependiendo de los tipos de cuidado que tuvimos en la infancia, como adultos tendremos alguno de los cuatro tipos de apego: Seguro (cuando los cuidadores estuvieron presentes y solventaron las necesidades del infante), ansioso (cuando los cuidadores fueron intermitentes e inconstantes), evitativo, (cuando los cuidadores fueron ausentes) y desorganizado (una mezcla del ansioso y evitativo que generalmente surge cuando los cuidadores fueron violentos)

¿Qué tipo de apego tenemos?

Todo el mundo tiene un “estilo de apego” psicológico particular que formaron cuando eran niños y que dicta cómo das y recibes amor en una relación, ya sea de parejas románticas, amigos o incluso de tus propios hij@s. 

Los estilos de apego son la forma única en que forma vínculos con los demás. Esta forma de ver cómo las personas establecen relaciones se conoce como teoría del apego.

Créditos a quien corresponda.
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Sobre la dependencia emocional.

La dependencia emocional es única, y se caracteriza por ser una relación afectiva en la que se depende completamente o en exceso de la otra persona. Se manifiesta con varios comportamientos que implican adicción a la otra persona, como un temor excesivo al abandono, pensar solamente en el bienestar del otro, idealización, complacencia excesiva y necesidad constante de aprobación.

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La dependencia y la adicción no solo son patrimonio del tabaco, el alcohol, las drogas o el juego…Existe la llamada Dependencia Emocional

Alba Calleja (psicóloga)

Notas importantes sobre ambos conceptos.

Mucho se dice “no te apegues porque es malo”, cuando lo correcto sería decir “no dependas emocionalmente porque no es sano”. Y esto es aplicable a cualquier área de la vida: personal, familiar, social o profesional. De hecho, el apego como mecanismo afectivo físico y psicológico es fundamental que esté presente para un adecuado desarrollo de las personas.

Desde la más tierna infancia los niños necesitan apegarse a sus cuidadores principales, aquellos que consideran, por obvias razones, más capaces y más fuertes que ellos, para poder desarrollarse óptimamente en todos sus niveles, de manera que el apego funciona como un sistema de supervivencia vital y esto no cambia mucho al llegar a la adultez; en términos concretos, si un infante recibe una respuesta afectiva sana, responsiva y eficaz por parte de los adultos en los que decide confiar, entonces de forma invariable tenderá a crecer con un apego seguro y un buen concepto de sí mismo así como con una sólida autoestima, pero si no es así, si el lazo afectivo que recibe es caótico, inexistente o condicionado constantemente, ese pequeño se convetirá en un adulto que tienda a ser dependiente emocional por haber vivido bajo la angustia de ese apego inseguro, por lo que aunque al principio buscará apegarse al en sus relaciones interpersonales, eventualmente irá exacerbando dicho apego y mostrando desconfianza para poner límites, con lo que, poco a poco, comenzará a demandar más y más de la relación, hasta convertirla en dependencia emocional.

En efecto, el apego, como dijimos, es algo natural y necesario en la vida de cualquier adulto sano, no obstante, si no se está alerta puede pasar a ser dependencia emocional rápidamente, lo que ocurre cuando, ya siendo capaz de valerse por uno mismo, se requiere que sea otra persona quien resuelva lo que podemos hacer o resolver nosotros mismos, pero que creemos que no podemos; por ejemplo, una persona que desea aprender a escalar necesita forzosamente apegarse a su guía experto, sobre todo al principio, porque este le proveerá de las herramientas además del aprendizaje necesarios para lograrlo, y sin él es poco probable que pueda remediar la situación; no obstante, esa misma persona con el tiempo podrá escalar por sí misma por lo que seguirá por su cuenta, pero, si se da el caso de que aunque ya posea todos los conocimientos para hacerlo por sí mismo, el alumno sigue sin atreverse a escalar por su cuenta y pone de condición que, a menos de que el guía le acompañe, no se atreverá a hacerlo, está pasando de un apego sano y normal a una dependencia limitante de aquél que considera mejor que sí mismo.

Justo algo así sucede en muchas de nuestras relaciones interpersonales, al principio nos apegamos a nuestros compañeros porque esa es la esencia misma de un vínculo afectivo, es lógico hacerlo porque los seres humanos somos animales gregarios, nos juntamos con otras personas para prodigarnos seguridad, cariño, intimidad, empatía, comprensión y apoyo que nos unen profundamente, pero al pasar el tiempo esos sentimientos benéficos se pueden llegar a transformar en ansiedad, angustia, tristeza o desesperación si uno o ambos miembros comienza a creer que necesita recibir esto forzosamente del otro para funcionar como individuo y, si bien es verdad que cuando se deja de tener estas actitudes la relación se ve afectada y quizá no pueda tener éxito, esto no quiere decir que el individuo no pueda salir adelante, ya que es libre de elegir sus sentimientos con ésta u otras personas así como para sí mismo, aunque la relación ya no funcione no es necesario depender de la otra persona para hacerlo, cuando esto no es considerado así, el individuo en cuestión genera dependencia emocional del otro.

Así que sí, es posible ejercer un sano apego en nuestras relaciones interpersonales (independiente de lo que digan muchas publicaciones y memes de Redes Sociales), pero debes recordar que esto se hace con límites de lo que es permitido y lo que no, además del ejercicio de la confianza plena en que como adultos podemos enfrentar y resolver los problemas que aparezcan en nuestras vidas. Ten cuidado con convencerte de que el otro es capaz y tú no lo eres, ya que de ahí a la esclavitud dependiente hay un paso muy corto.

Fuentes;

serzen.mx

Vicente Herrera-Gayosso (metropoliempresarial.com)

Osvaldo Silva Serqueira.

Cabecera imagen créditos Alba Calleja (psicóloga)

«Rompe el ciclo»

“A mí mis papás me pegaban de niño y yo no estoy traumado”, afirmó el hombre que su ex-pareja le denunció por violencia física.
“A mí de niño me dejaban llorando solo hasta que me durmiera y tan mal no salí”, señaló el hombre que pasa largas horas trasnochando en redes sociales afectando su sueño.

“A mí me castigaban de niño y estoy bien”, dijo el hombre que cada que comete un error, se dice a sí mismo palabras de desprecio, como forma de auto-castigo.

“A mí de niña me pusieron mano dura y sufro de un trauma llamado ‘educación’”, afirmó la mujer que sigue sin entender porqué todas sus parejas terminan siendo agresivas.»

“Cuando yo me ponía de caprichosa cuando niña, mi padre me encerraba en una habitación sola para que aprendiera y hoy se lo agradezco”, dijo la mujer que ha sufrido ataques de ansiedad y no se explica porqué teme tanto a estar encerrada en espacios pequeños.»

“A mí mis padres me decían que me iban a dejar sola o a regalar con un desconocido cuando hacía mis berrinches y no tengo traumas”, dijo la mujer que ha rogado por amor y ha perdonado reiteradas infidelidades a su pareja con tal de no sentirse abandonada.»

“A mí mis padres me controlaban solo con la mirada y mira lo bien que salí”, señaló la mujer que no puede mantener contacto visual con figuras de ‘autoridad’ sin sentirse intimidada.»

“Cuando niño, me dieron hasta con el cable de la plancha y hoy soy un hombre de bien, hasta profesional soy”, afirmó el hombre que sus vecinos han acusado con la policía por llegar ebrio a golpear objetos y gritar a su esposa.»

“A mí mis padres me obligaron a estudiar una carrera que diera dinero, y mira lo bien que estoy”, dijo el hombre que cada día sueña con que sea Viernes porque está desesperado en su trabajo haciendo todos los días algo que no es lo que siempre quiso.»

“Cuando era pequeña me obligaban a estar sentada hasta terminar toda la comida y hasta me la embutían a la fuerza, no como ahora esos padres permisivos” afirmó la mujer que no entiende porqué no ha podido tener una relación sana con la comida y en su adolescencia llegó a desarrollar un trastorno alimenticio.»

“Mi madre me enseñó a respetar a punta sus buenos chancletazos”, dijo la mujer que se fuma 5 cigarrillos diarios para controlar su ansiedad.»

“Yo a mi mamá y a mi papá le agradezco cada golpe y cada castigo, porque sino quien sabe qué sería de mí”, afirmó el hombre que nunca ha podido tener una relación de pareja sana, y a quien su hijo le miente constantemente porque le tiene miedo.»

Y así vamos por la vida, escuchando personas afirmando ser gente de bien y sin traumas, pero paradójicamente, en una sociedad llena de violencia y gente herida.

Rompe el ciclo.
Y ASÍ, VAMOS REPITIENDO PATRONES DE DOLOR.
HISTORIAS DE NIÑ@S HERIDOS, HOY ADULTOS INFELICES SIN SABER POR QUÉ …


Extraído de la red.

«Sobre los errores…»

¿Maestro, que es el error?.
El error, amado hermano, no existe, lo que tu llamas error, es la sagrada oportunidad que te da el universo a traves de la vida, para aprender, perfecccionarte y perfeccionar tu camino, el de ser un creador consciente, a traves del reto constante, la valentia de creer, la magia de crear, la alquimia de ser.
El despertar de la conciencia, en donde no caben, ni existen, el juicio, la critica y la condena, te llevara a entender, integrar y comprender que todo lo imperfecto, es un paso, y va en busca de la perfeccion.
Aquel que te juzga, critica y condena por tu aparente error, esta leyendo la vida desde una mente racional, te vera a ti y no se dara cuenta que tu, eres un espejo, en el que se esta mirando a si mismo, y no a ti.

«Despertando a mi Alma».

Extraído de la red.

No te rindas.

¡NO TE RINDAS!

«La vida es una lucha constante, pero es una lucha que puedes ganar. No te rindas ante las dificultades, enfrentalas con determinación y valentía. Acepta que las cosas no siempre serán fáciles, pero recuerda que eres más fuerte de lo que crees. Controla tus pensamientos y no te dejes vencer por el miedo o la tristeza. Busca la sabiduría en todas las cosas y aprende de tus errores. Cultiva la resiliencia y la autodisciplina para superar las dificultades. Sigue tus principios y valores, y siempre trabaja para mejorar a ti mismo. La vida es un camino difícil, pero si te mantienes firme, puedes superar cualquier obstáculo y alcanzar la verdadera felicidad y la realización personal.»

Extraído de la red

«En la soledad…»

«𝖤𝗇 𝗅𝖺 𝗌𝗈𝗅𝖾𝖽𝖺𝖽 𝖼𝗋𝖾𝖼𝖾 𝗍𝗈𝖽𝗈 𝗅𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗎𝗇𝗈 𝗅𝗅𝖾𝗏𝖺 𝖼𝗈𝗇𝗌𝗂𝗀𝗈, 𝗂𝗇𝖼𝗅𝗎𝗒𝖾𝗇𝖽𝗈 𝗌𝗎 𝖻𝖾𝗌𝗍𝗂𝖺 𝗂𝗇𝗍𝖾𝗋𝗂𝗈𝗋»
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𝖥𝗋𝗂𝖾𝖽𝗋𝗂𝖼𝗁 𝖭𝗂𝖾𝗍𝗓𝗌𝖼𝗁𝖾